Este taller no es como una clase de colegio, instituto o universidad. No se trata de conocimientos técnicos, sino de mejoramiento personal. En ese sentido, se recomienda no perder ninguna clase pues no hay recuperaciones, sin embargo, si el participante no asiste a una, aún puede continuar el taller. Evita que no asista a más de una sesión.

No. Las matrículas no son reembolsables ni aplazables. Por ello, asegúrate de conversar con tu hijo y acordar que seguirá el taller. Como indicamos más arriba, recuerda que la decisión de que él participe es tuya como padre o madre que cuenta con la autoridad, no del adolescente. Asimismo, si matriculas a tu hijo(a) y no asiste a las sesiones, no hay opción a reembolsos ni aplazamientos. Los grupos son reducidos y al otorgar un cupo a un participante, otro se está quedando sin opción de participar.

Por la naturaleza de nuestro taller y de la experiencia en general (no es una terapia psicológica sino un taller de mejoramiento personal) nosotros no trabajamos con personas con determinadas condiciones psicológicas o psiquiátricas que dificulten su integración en el grupo, el trabajo de la coach o el desarrollo del taller en general. Si este es el caso de tu hijo o tiene un comportamiento fuera de lo regular (frustración severa, aislamiento severo, interrupciones continuas, levanta la voz, habla solo, agresividad u otros) lamentablemente no podría participar y te recomendamos ayuda especializada con un psicólogo.

Si se trata de un(a) joven sin dichas condiciones, puede participar sin problema. Si tienes dudas, escríbenos.

Nuestros talleres están desarrollados de acuerdo a la edad de cada participante, por ello, si tu hijo no tiene aún 12 años, pero está próximo a cumplirlos, puede participar siempre y cuando tú lo consideres conveniete. Solemos tener participantes de 11 años. Recuerda que las matrículas no son reembolsables. Participantes de menos de 11 años no pueden ser admitidos.

Es relativo. Hay jóvenes de más de 23 años que tienen una edad mental menor, en cuyo caso pueden adaptarse bien con otros jóvenes. Por otro lado, hay jóvenes de más de 23 años que son muy maduros y no se sentirán cómodos con jóvenes menores. La decisión final dependerá de ti que, como padre o madre de familia, conoces a tu hijo. Si lo consideras prudente, desde luego que podrás matricularlo.

Sugerimos tener en cuenta lo siguiente: es usual que hayan jóvenes que asisten al taller sin el deseo de participar y que son matriculados unilateralmente por sus padres porque estos últimos ven en sus hijos una situación que necesita mejorar. Tenemos 37 años dictando talleres y 16 dictando este en particular; hemos visto mucho y esto es algo común.

Un joven con problemas de autoestima preferirá no salir de su zona cómoda. Pero ahí entran los padres de familia. Siempre recomendamos conversar con ellos sobre de qué se trata el taller, informándoles amorosamente y con paciencia, pero no preguntando si desean ir o no. La decisión de que el adolescente participe no es del adolescente, sino del padre o madre, con la autoridad intrínseca que el rol de padre de familia debe tener.

Estamos seguros que la experiencia será de gran ayuda para ustedes y mejorará no sólo la autoestima del adolescente, sino la dinámica familiar en general.

Venimos dictando este taller por 16 años. Los padres de familia ven resultados y lo recomiendan, por eso el taller ya tiene un cierto reconocimiento. Sin embargo, el trabajo no es solo nuestro, pues tú, como padre de familia que has vivido con tu hijo durante toda su vida y que tienes un grado importante de responsabilidad sobre cómo es él hoy en día, debes garantizar también que se comprometerá con la experiencia asistiendo a todas las sesiones, y que tú luego del taller, aplicarás las recomendaciones de la sesión para padres para que tu hijo(a) tenga un cambio permanente. Nosotros garantizamos hacer nuestra parte del trato en el taller, tú debes garantizar que harás la tuya.

En todos estos años nos hemos topado con padres de familia que piensan que matriculando a su hijo al taller este saldrá “arreglado”, pero no funciona así.

El taller es el inicio del cambio, el resto depende de tu hijo y de ti.

No. Los chicos necesitan su espacio en este tipo de talleres, por ello, no es adecuado ni prudente estar con el joven en cada sesión, pues él o ella no se abrirán a la experiencia y, además, estarás alterando la dinámica y comportamiento de los demás participantes también.

Los padres dejan al participante en nuestras instalaciones y vienen a recogerlo una vez finalizado el taller. Los padres no pueden permanecer en nuestras instalaciones (oficina/edificio) por regulaciones de aforo, pero, principalmente, por un tema de metodología.

No, una vez el participante es matriculado, ya no se puede cambiar de grupo. Asimismo, las matrículas no son reembolsables ni aplazables, toma tus precauciones.